La manera correcta de respirar es a través de la nariz, ya que es el órgano diseñado para ello.
Si tu hijo duerme con la boca abierta, no está respirando correctamente por la nariz. Esto puede provocar:
- Ronquidos.
- Varios despertares durante la noche.
- Sensación de cansancio durante el día.
Además, si al estar despierto, como al jugar o ver la televisión, su boca permanece abierta, también puede estar respirando incorrectamente.
Las posibles consecuencias de respirar por la boca incluyen:
- Hipertrofia de amígdalas y vegetaciones, lo que reduce el diámetro de las vías respiratorias, llevando a una respiración predominante por la boca.
- Postura incorrecta, con desplazamiento anterior del centro de gravedad, cabeza adelantada, rotación anterior de hombros y modificaciones en las curvas de la columna.
- Formación inadecuada de los huesos faciales.
- Apiñamiento de los dientes.
- Problemas en la mordida y/o oclusión dental.
- Problemas en la masticación y deglución.
- Problemas en el habla.
- Problemas de sueño, resultando en un descanso no reparador.
El tratamiento de fisioterapia para promover la respiración nasal en tu niño se complementa con la intervención de otros profesionales, como odontopediatras, otorrinos y logopedas. Además, la colaboración y participación de los padres y el niño en la realización de ejercicios en casa es crucial para el éxito del tratamiento.