Las secuelas más habituales después de la prostatectomía son:
- Incontinencia urinaria.
- Disfunción eréctil.
Aunque existen otros motivos de pérdidas de orina en el varón, el mayor porcentaje de afectados se produce después de alguna intervención quirúrgica relacionada con la próstata. El objetivo de la fisioterapia es recuperar una óptima calidad de vida, disminuyendo o incluso eliminando de forma conservadora la incontinencia urinaria.
Tras la intervención y una vez que se ha retirado la sonda, podremos empezar a trabajar, valorando las posibles secuelas y estableciendo un plan de tratamiento personalizado que nos ayudará a recuperar la continencia y la actividad sexual.
Ocasionalmente, después de la cirugía, algunos pacientes tienen que someterse a un tratamiento de radioterapia. En estos casos es importante lograr un llenado vesical cuanto antes, para poder aplicar las sesiones de radioterapia.
Existe evidencia científica que nos permite afirmar que una fisioterapia adecuada y de calidad ayuda a una rápida y más eficiente recuperación después de la cirugía.