La preparación al parto individual empieza en la semana 32 de gestación, tiempo en el que trabajaremos tu suelo pélvico y tu abdomen, pues es necesario el buen funcionamiento de ambos para lograr nuestro fin: un parto natural y con la menor intervención posible.
En la PPI tenemos diferentes objetivos:
- Flexibilizar la pelvis: si las estructuras son móviles le facilitarán el correcto posicionamiento a tu bebé.
- Fortalecer tu suelo pélvico: este ha de darle apoyo a la cabecita de tu bebé para que pueda salir al exterior.
- Elastificar tu suelo pélvico: para que no se produzcan lesiones con el nacimiento de tu bebé.
- Fortalecer tu abdomen: para prevenir una posible diástasis. No podemos evitar que el volumen de tu abdomen aumente, pero si la pared está fuerte, nos ayudará a mantener la estabilidad abdomino-pélvica.
Son múltiples los cambios posicionales y funcionales que se producen en tu cuerpo durante el embarazo, por ello que llegues al gran día sin molestias o incomodidad para nosotras es una prioridad.
En las sesiones revisamos y tratamos tu espalda, tu coxis, tus piernas… siempre que sea necesario.
Como siempre decimos a nuestras mamás “un parto es una lotería”, pero la certeza de haber realizado un buen trabajo y una buena preparación te ayudará a llegar con mayor confianza y seguridad al gran momento.