El estreñimiento es el compañero de viaje de muchos de nosotros y cada uno con nuestras particularidades porque:
- Si tardas varios días en evacuar.
- Si tus heces son duras.
- Si tienes que realizar grandes esfuerzos para defecar…
Eres una persona estreñida.
Al estreñimiento se asocian problemas de:
- Dolor.
- Molestias abdominales.
- Hemorroides y/o fisuras.
- Prolapsos o descenso de órganos perineales.
- Incontinencia urinaria e infecciones de orina de repetición.
Antes de comenzar con el tratamiento de fisioterapia, debemos realizar una serie de cambios en nuestro día a día: corregir rutinas y hábitos alimenticios inadecuados, aumentar la ingesta de líquidos y la actividad física.
Desde la fisioterapia estableceremos un plan de tratamiento personalizado con el objetivo de:
- Recuperar la sensibilidad rectal.
- Reeducar los reflejos anales.
- Normalizar el tono del esfínter y de la musculatura del suelo pélvico.
- Que seas capaz de reconocer y atender tus necesidades fisiológicas. El “Ahora nooo, estoy en el trabajo” o “Aaains, en un bar no puede ser”… se tiene que acabar.