La mayoría de los niños son capaces de controlar la continencia nocturna alrededor de los 6-7 años. Sin embargo, si tu hijo sigue despertándose en mitad de la noche con la braguita o el calzoncillo mojado y/o encuentra la cama mojada por la mañana, puede tener incontinencia de orina nocturna.
Si en alguna ocasión has escuchado a tu peque:
- “No quiero ir a dormir a casa de mi amig@ porque tengo miedo a hacerme pis.”
- “No puedo ir a la excursión porque tenemos que quedarnos allí a dormir.”
- “Me da vergüenza dormir en una casa que no sea la nuestra.”
Esta situación está afectando su desarrollo social y emocional, independientemente de su edad. Es importante que consultes con tu pediatra para descartar posibles patologías. Una vez establecido el diagnóstico, la fisioterapia, en colaboración con otros profesionales como psicólogos, puede ayudar a tu hijo a controlar mejor esta parte de su cuerpo y mejorar su bienestar durante la noche.