Has dado a luz y tu cuerpo ha cambiado, no sólo físicamente sino también a nivel mental y emocional. El sexo pierde importancia porque tu cabeza ahora mismo está centrada en tu bebé. Ser mamá es un privilegio, pero no deberíamos olvidarnos de la mujer que sigue estando detrás de esa mamá.
Cuando has encontrado el momento de recuperar tu vida sexual, puede que todo fluya y te encuentres estupenda, pero también puede suceder:
- Que te resulte molesto tocarte o que te toquen.
- Que la penetración sea dificultosa porque sientes tensión.
- Que a nivel profundo sientas una punzada.
El aumento de peso durante el embarazo, el esfuerzo del parto, la posible episiotomía, desgarro, cesárea… cualquiera de ellos podría ser la causa de lo que sientes en este momento. Cuanto antes te trates, más rápido recuperarás tu vida sexual. No puedes asumir que después de dar a luz es normal que te duela, pues sabes que lo normal es que el sexo te dé placer.