En los bebés, las deformidades craneales son frecuentes, pero eso no significa que sean normales. Pueden ser causadas por diferentes motivos como el posicionamiento del bebé en el vientre materno o el solapamiento de los huesos del cráneo durante el parto para permitir la salida al exterior del bebé. Otra circunstancia que puede provocar una deformidad craneal es una tortícolis congénita, ya que el bebé mantiene una misma posición al no poder mover libremente el cuello.
Estas asimetrías deberían resolverse en unos pocos días. Si esto no sucede, podrías encontrar:
- PLAGIOCEFALIA: Región posterior derecha o izquierda de la cabeza del bebé aplanada.
- BRAQUICEFALIA: La zona posterior de la cabeza del bebé está aplanada.
- ESCAFOCEFALIA o DOLICOCEFALIA: La cabeza del bebé es exageradamente más larga que ancha.
En ocasiones, las asimetrías pueden observarse en la cara, como:
- ASIMETRÍAS FACIALES: Un frontal más avanzado que el otro, un ojito más cerrado, una oreja más adelantada, un moflete más prominente, la mandíbula desviada, etc.